MANUALIDAD

Esta diseñadora construye desde la paradoja que se tensa entre el objeto de consumo y el manual, este último lleno de signos e historia y lejano a los mercados y las tendencias.

Cada prenda contiene en ella pequeños relatos y signos del tiempo, los cuales se hacen evidente en pequeños detalles. Es así como éstos son los encargados de evidenciar la dedicación y trabajo que esta autora imprime en sus creaciones.Francisca crea prendas fuera del tiempo, no solo por la utilización de moldes que nos refieren a épocas más bien remotas, sino porque en ellas nada hay que aparezca transitorio. La prenda se des- dibuja como una buena excusa para crear, cruzando sutilmente algunos límites entre el arte y el diseño utilitario. Su paleta de color es característica: tonos neutros como grises, verdes o blancos dan coherencia a su propuesta a través del tiempo.

De esta manera es que con Francisca quisimos para las imágenes finales contar una historia, una historia sencilla y cercana a su cotidiano, donde los límites entre fotografía, moda y relato se desdibujen y se entienda desde la imagen el lugar donde surgen estas creaciones.

CREDITOS
Fotografia: Rosario Montero
Producción: Francisca Von Hummel
Modelo: José Sagredor

CONTACTO
Francisca Von Hummel. Mail: gaviotadelmarazul (at) gmail.com

Los gitanos son un pueblo originario de la India que emigró masivamente en los siglos XVIII y IX hacia otros países, principalmente hacia Europa. Su cultura es oral, por lo que no hay muchos antecedentes escritos acerca de su historia y procedencia. Son una comunidad muy diversa, sin un territorio propio definido, y su estilo de vida es esencialmente nómade, por lo que para ellos es más importante tener un buen medio de transporte que una buena vivienda. Viven al día, no tienen interés por los bienes materiales y sólo conservan lo que les es estrictamente necesario.

Son alegres, con un especial talento para la música y la expresión corporal, lo que se ve reflejado en sus vestimentas de colores vivos y calientes. Las ropas tienen que ser cómodas, sueltas y vaporosas, con movimiento, acordes a su ir y venir constante.

Tienen sus propios trajes que han ido variando a través de los siglos, pero siempre los han distinguido del resto. Priman los grandes estampados, contrastes de telas y colores, las faldas largas, volantes en blusas y vestidos, amarras, lazos, encajes, transparencias, lentejuelas, brillos. Todo aludiendo a la libertad y relajamiento de su modo de vida.

Son intensos, orgullosos de su cuerpo, que exhiben por medio de formas favorecedoras tales como generosos escotes, hombros descubiertos, contornos ajustados que marquen el busto y las caderas, telas elásticas y transparentes, tajos que muestren las piernas, detalles que realcen lo femenino o lo masculino, según sea el caso. La combinación de telas brillantes, bordadas, de colores lisos o tejidos sirve de expresión para la exuberancia de su cultura.

Todo tiene un sinfín de detalles tales como los cortes de las piezas, los flecos, los volantes, las joyas o bisuterías en gran tamaño y cantidad: accesorios llamativos de alguna forma, que dejan una sensación orgánica, ligada más hacia lo natural y lo improvisado. Hay toques en colores luminosos como el amarillo, el rosa, el rojo y el verde.

Su espíritu es pasional y mágico, y así son las prendas que visten. Ellas realzan rasgos y curvas, evidenciando el carácter y fuerza de quien las porta. Tienen mucho vuelo y movimiento, amplios volúmenes que en su ondulación y despliegue otorgan vida propia a los vestidos, representando así el ansia de vivir, la libertad y pluralidad que posee el pueblo gitano.

Texto: Catalina Matthey