Muchas veces en el diseño de Moda los procesos son invisibles, a pesar que detrás de toda prenda de creador existe un camino que lo va construyendo, pareciera ser que en la vorágine por lo nuevo pocas veces le damos espacio para reflexionar sobré ello. Sin embargo, todo proceso de creación tiene el potencial de otorgar significado al objeto final. En diseño de moda este proceso se traduce en la capacidad de una prenda de presentarse como una suma de operaciones simbólicas (y no exclusivamente funcionales) que logran plasmarse materialmente en el estado final.

Es por esto que este mes queremos compartir un proceso específico capaz de otorgar significado y al mismo tiempo materializarse visualmente en la pieza final.

Es así como una integrante del equipo de Contrahilo, Queni Ibarra junto al fotógrafo Sebastián Mejía, crearon una serie de imágenes que nos invitan a ser parte de este proceso, a reflexionar sobre el mismo y a entender como surge una prenda llena de símbolos y signos propios.

Todo nace del hallazgo de un paquete de ovillos de algodón encontrados en una antigua cordonería de barrio cercana a Santiago. Supe que estos hilos de algodón llegaban en los años 40 en barco desde Glasgow - Escocia.

Me llamó la atención el cuidado del envoltorio en que venían los hilos y al abrirlo descubrí que estaban intactos desde esa época, todo gracias al cuidadoso envoltorio y la nobleza de la materia prima.

Luego averiguando supe que usaban estos ovillos de algodón para dos funciones; una para hilvanar las costuras y también los utilizaban como una borla para aplicarse los polvos en el maquillaje.

La idea de fotografiar todo esto fue rescatar el proceso desde que se abrió el paquete , mostrando su envoltorio como un contenedor y luego utilizando los ovillos para un maquillaje artístico. Además se espolvorearon sobre los ovillo de algodón polvos de arroz antiguos encontrados en una feria del barrio y que también estaban intactos en su envoltorio.

Los ovillos con el color del maquillaje fueron unidos e hilados para confeccionar y tejer a mano una capa circular, envolvente y ligera por medio de jersey y canutones que le dieron la amplitud ( La capa) cubriendo la parte superior del torso. Se aplicaron cintas (e hilos) de algodón y seda también de otras épocas para darle continuidad al recorrido del color del maquillaje que quedó infiltrado en la prenda, las cintas aplicadas sirvieron para el cierre de la prenda en el delantero o/y espalda.

De esta manera la materia prima utilizada se sitúa en un espacio distinto al utilitario, ya que el tiempo, envoltorio y lugar del hallazgo le otorgan al objeto una nueva lectura. Al mismo tiempo la creación y uso del material, la conservación de la manualidad y los colores originales nos ayudan a intuir desde la prenda final aquellos elementos otorgados por el contexto en que fue creado.

Por otra parte, las imágenes realizadas se sitúan en un punto intermedio entre la irrealidad propia del lenguaje de moda (en cuanto a la construcción de la escena) al mismo tiempo que el tipo de registro se reconoce dentro de una línea de imagen documental. Si bien este espacio podría ser contradictorio se explicita en el modo y transforma a la toma en una historia visual que nos habla sobre los procesos simbólicos propios de la creación de esta prenda específica.

FOTOGRAFÍA: Sebastián Mejía · WEB · M: sebastianmejiaphoto (@) gmail.com · Otro portafolio realizado por Sebastían.

MAQUILLAJE: Raul Flores · WEB · AUTOR · F: +56 9 62042536

DISEÑADORA: Queni Ibarra *editora Contrahilo · WEB

MODELO: Xamira Zuloaga